Vídeos Ingeniería

domingo, 19 de marzo de 2017

Cortar el centro de las grandes ciudades al tráfico no es tanta locura como parece

Puede parecer que a primera vista sea una locura y que lo que hoy se plantea como “alternativa” dentro de pocos años sea una auténtica realidad. Estamos hablando de ELIMINAR el tráfico de los centros de las grandes ciudades. Evidentemente hacemos referencia al tráfico de vehículos privados, y no, no solo aquellos que emitan muchos gases contaminantes, sino todo aquel vehículo que tenga como fin el transporte de manera particular o privada.



¿Qué cómo se consigue esto? Evidentemente no se trata de poner un cartel de “prohibido circular” y ya está. Estos planes han de llevarse a cabo desde la más absoluta responsabilidad y lo que es más importante aún, deben ser desarrollados por personal altamente competente en materias de movilidad y urbanismo y no dejarse llevar por meras decisiones políticas y “corazonadas”.
Los planes para sacar el tráfico de las ciudades han de regirse por 4 aspectos fundamentales: 

-Amplia oferta y alta eficiencia del transporte público:
Este punto es un apartado prioritario, la movilidad de las personas ha de estar garantizada y si pedimos que abandonen sus vehículos hemos de ofreceré un sistema de transporte de total garantía que pueda cumplir al 100% sus necesidades.

-Colaboración total de las partes implicadas:
No se puede pretender implantar un método único que funcione de manera general en todas las ciudades. Es por ello que, a parte de la necesidad de analizar las situaciones específicas y características propias de cada núcleo urbano, ha de buscarte siempre una colaboración entre las partes (Entidades públicas-Empresas de transporte-Ciudadanos)

-Áreas públicas destinadas a los coches particulares:
Es evidente que si una persona ha de dejar de utilizar su coche en una determinada zona de la ciudad este habrá de ser “dejado” en algún sitio. Es por ello que las entidades u organismos públicos han de favorecer y proporcionar estos lugares. Si una persona ha de dejar el coche en un lugar de pago a lo que se le añade el coste del transporte púbico siempre pensará que “no le sale rentable” tal situación.

-Concienciación ciudadana:
Quizá uno de los puntos más difíciles sea este último. No se puede tomar el camino de la imposición en estos términos de los que hablamos. Hemos de intentar favorecer y buscar que las personas más reacias a estas situaciones tomen conciencia sobre los puntos beneficiosos de ellas. Esto se consigue mediante el ejemplo.



Es evidente que estos puntos tan solo muestran un aspecto generalista, pero si es verdad que hay que partir de algún criterio concreto y que, antes o después, esto acabará siendo una realidad. Es mejor que vayamos pensando en cómo hemos de desarrollarla y ponerla en marcha antes de que, como casi siempre, nos acabe pillando el toro. 


domingo, 12 de marzo de 2017

Los falsos nativos tecnológicos y digitales


Año 1917, los avances técnicos y tecnológicos parecían (y estaban) revolucionando la sociedad. Hoy, 100 años después nos parece un poco “chistoso” todo avance de aquella época.

Estamos comenzando el siglo de la revolución tecnológica más importante de la era de la humanidad, los descubrimientos y avances son cada vez mayores y más importantes. Se están planteando situaciones futuras tan dependientes de la tecnología que en algunos casos incluso asustan.
Pero... ¿Qué pasó con los coches voladores? ¿Y con el teletransporte?...en definitiva: ¿Qué pasó con todo aquello que la tecnología prometía hace 50 años o menos?

Pues pasó que las ideas están muy bien, pero hay que llevarlas a buen puerto, hay que hacerlas realidad y estas promesas sentaron las bases de lo que podría hacerse, pero ¿Qué pasó entonces?
Pues pasa que la educación tecnológica no va al compás de los avances de la propia tecnología, hablando a niveles básicos de enseñanza, no en educación universitaria o investigadora. Un niño a día de hoy sabe abrir YouTube y buscar el video que quiera, sabe utilizar por intuición cualquier videoconsola que le pongas en las manos, etc. etc.

¿Pero sabe realmente ese niño lo que está haciendo? Ese es el verdadero problema de la tecnología, son muy pocas las personas que saben cómo funciona lo que tienen en las manos, cuáles son sus principios físicos, matemáticos, electrónicos, etc. Y, sí, podemos pensar que eso no es necesario a nivel usuario, pero créanme cuando les digo que alguien que usa máquina y no sabe cómo funciona jamás podrá sacar un verdadero partido de la misma.

¿Dónde nos conduce todo esto? A pensar que, si no educamos a las nuevas generaciones en base a la tecnología, desde todos sus puntos de vista, dentro de 50 años viviremos en una sociedad donde nos rodeen maquinas que no seamos capaces ni de controlar, se producirá una especie de brecha tecnológica entre conocimientos y posibilidades que cada vez será más difícil de salvar.


Hagan algo por las nuevas generaciones: explíquenle que internet es algo más que google y YouTube, explíquenle cómo funciona un móvil…o busquen a alguien que de verdad sepa educarlos en este sentido o acabaremos teniendo un problema.


Referencias:
Imagen 1: http://bysiak.com
Imagen 2: http://www.superstary.pl
Imagen 3: http://vundermama.ru

lunes, 6 de marzo de 2017

California City: ¿Un sueño incumplido o un pelotazo urbanístico?


Estas líneas cuentan la historia de Nathan Saul Mendelsohn (1917-2006), un investigador matemático neoyorquino del mismísimo Brooklyn afincado en Canadá.

Nathan tuvo una visión, un sueño, una idea…una ciudad que pudiera competir con Los Ángeles en cuanto a grandeza, población y todo en lo que dos ciudades puedan rivalizar.




El plan de Mendelsohn consistía en comprar tierras en el desierto de Mojave, California, para dividir estas en parcelas individuales y venderlas a las familias jóvenes para que pudieran “cumplir el sueño americano”. Mendelsohn pensó que podría reunir a varios promotores que trabajaban a escalas más pequeñas y levantar así su megaproyecto de ciudad, la tercera más grande de California con una extensión de 320 km2.

Mendelsohn lo ideó y planeó todo, las calles, los nombres de estas, una especie de PGM con datos sobre cómo habría de crecer la ciudad de cara al futuro…
Llegaron personas de varios lugares del mundo, los aviones aterrizaban en pistas de tierra. Miles de personas compraron las parcelas, las tierras, el plan funcionaba…